La Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (ATILRA) denunció una “situación llamativa” en Cenci SA de San Carlos Centro, una empresa que decidió despedir a 7 empleados.

 No pagaban aportes sociales ni jubilatorios desde hacía 3 años.

Ayer, se firmó en la Secretaría de Trabajo de la provincia de Santa Fe el acuerdo por las indemnizaciones y se puso de manifiesto un entendimiento para que 20 operarios acepten una reducción horaria.

“A los muchachos despedidos se les va a abonar el 50% el día 20 de enero y 30% en 6 cuotas mensuales y consecutivas con lo que se completaría el 80% del 100% de la indemnización”, se explicó.

“La empresa decidió despedir a los siete trabajadores, no hay marcha atrás y los muchachos están desgastados”, indicó un vocero, que agregó: “De ahora en más venimos a cobrar a la Secretaria de Trabajo porque la empresa va a hacer un depósito judicial”.

“Los veinte trabajadores que quedamos aceptamos una reducción horaria de 8hs. semanales, hasta que se termine el pago de los trabajadores despedidos”.

“Nosotros, consensuando esto, le damos una nueva posibilidad a la empresa a que vuelva al ritmo y cumpla con los pedidos que tiene la empresa”, agregó.

“Nosotros queremos que la empresa continúe, no queremos el cierre definitivo, además, ellos manifestaron que van a salir adelante y que piensan incrementar al suministro de leche y la producción”. “Le vamos a dar una nueva posibilidad a la empresa y solventaremos a nuestras 20 familias”.

Sin embargo, los dirigentes de ATILRA consideran que hay algo más detrás de los despidos y las reducciones de horarios.

“La empresa, hace años que venía con dificultades, hace seis o siete años que bajó los niveles de producción y esta es una responsabilidad exclusiva de la dirigencia de la empresa, no de los empleados”, dijo Oscar Marozzi.

“Toda esta situación se acentuó a fines del 2008, en ese momento la empresa nos planteó una quita de trabajo, una reducción horaria y los trabajadores aceptaron una reducción semanal de 11 horas. Esto se sostuvo un año y medio y en 2010 se pasó nuevamente a jornada completa”, añadió.

Marozzi advirtió que “en 2009 la empresa decidió insolventarse, es decir, pasó todos sus bienes a otras empresas, a un fideicomiso, yo no voy a ejercer un juicio de valor de esto pero es una situación llamativa“.

“Tampoco los directivos de la fábrica hacen los aportes jubilatorios”, lanzó, y agregó que tampoco se realizan aportes sociales desde hace 3 años.