Victoria Santos.

¿A qué edad comenzó tu vocación artística?

Desde que tengo uso de conciencia, que sueño con los brillos y las plumas. De pequeña desfilaba en la mesa del living de mi casa, con un micrófono en la mano, y me vestía con las ropas de mamá. Quien se dio de inmediato que mi destino estaba en la danza, y en el mundo artístico, fue mi abuela materna, María Esther, quien confiada de su instinto me llevó a patín artístico desde los 4 años, en Rosario, donde pase mi niñez. La velocidad y la danza, captaron mi atención, y por años fue mi actividad preferida. Ya en Buenos Aires, y más en la adolescencia, afloró en mi la actriz, aunque si me preguntan, creo que actúo desde que nací, vivo mi vida como una película y me encanta!

¿Cómo fueron los primeros pasos?

Como dije comencé con patín artístico sobre ruedas, luego me enfoque en la actuación, y después, la vida me llevo al modelaje, donde aprendí a posar, a desfilar y crecí en cuanto a mi apariencia física. Luego en NY, conocí en Patín artístico sobre hielo, y no tve más que tomar unas clases, para darme cuenta que amaba hacerlo, ya en mi regrese en Buenos Aires, comencé a perfeccionarme en este bello deporte. Lo artístico lo llevo en la sangre, no había acto de colegio, o coro en el que no estuviese y me destacara. Soy feliz cantando, bailando y actuando y asi me preparo desde que nací.

¿Cómo fue trabajar en el exterior y en USA?

Gracias a Dios, tuve la oportunidad de trabajar en varios países, Perú, México, Chile y USA. En cada uno de ellos, me recibieron muy bien, y me pude desarrollar como profesional, me hicieron crecer, y aportaron a mi carrera. Particularmente, NY es una ciudad que te cambia, la cabeza y la vida. Siento un antes y un después de vivir en esa maravillosa ciudad, desde lo laboral hasta lo personal, fue una experiencia única. Era pequeña, hoy lo pienso y no se como me lo permitieron mis padres, me fui con 15 años, a trabajar como modelo, primero con un contrato de tres meses, y después me termine quedando un año. Fui modelo gráfica, publicitaria y de pasarela, viví experiencias laborales, que jamás pensé podía llegar a vivir, siendo una niña. Es duro estar sola, pero es lo único que te hace crecer como persona, y poner las alas en movimiento para un día llegar a volar lejos y alto.